Algunas especies de mosquitos son importantes transmisores de enfermedades víricas como el dengue, el Zika o la malaria, hasta el punto de ser considerados uno de los animales más letales del planeta tierra. Por esta razón muchos estudios científicos se han centrado en entender la interacción mosquitos-humanos y en particular, las respuestas sensoriales que les generan los humanos. 

Aunque sea difícil de creer los mosquitos no sólo se alimentan de sangre humana, de hecho el néctar de las flores es su principal fuente de alimentación. 

Un equipo de científicos, liderado por la Universidad de Washington en EE UU, ha descubierto las señales químicas que llevan a estos insectos a polinizar una especie de orquídea particularmente irresistible para ellos. Conocer lo que les resulta irresistible podría ayudar en el futuro a desarrollar repelentes menos tóxicos y más eficaces. 

Los mosquitos tienen un sistema olfativo muy sensible que utilizan para localizar fuentes importantes de nutrientes, entre ellos el néctar de distintas flores o nuestra presencia para picarnos. Mientras que los mosquitos machos necesitan del néctar para sobrevivir, en las hembras el azúcar de las flores les sirve para aumentar su esperanza de vida, la tasa de supervivencia y aumentar la reproducción. 

«Para los mosquitos macho, el néctar es su única fuente de alimento, y las hembras se alimentan de néctar durante casi todos los días de sus vidas», señala Jeffrey Riffell, profesor de Biología en la universidad estadounidense.

En el estudio examinaron los procesos neurales y conductuales de los mosquitos al exponerse a los aromas de flores por las que sienten preferencias. Para ello, realizaron:

  • Estudios de polinización en la especie de orquidea Platanthera obtusata por mosquitos del grupo Aedes.
  • Análisis de los compuestos aromáticos florales que atraen a diversas especies de mosquitos.
  • Grabaciones de la actividad eléctrica de las antenas de los mosquitos que muestran cómo estos aromas y compuestos se representan y afectan su actividad neuronal.

Su flor favorita

Algunos mosquitos Aedes muestran afinidad por  la orquidea Platanthera obtusata, siendo unos polinizadores efectivos para esta especie. Esta asociación entre los mosquitos y la orquidea proporciona una oportunidad única para identificar los mecanismos sensoriales que ayudan los mosquitos a localizar fuentes de néctar.

Orquídea

Platanthera obtusata (Banks ex Pursh) Lindl. 20090624.96 Mount Stearns, Willmore Wilderness, Alberta

Durante el estudio observaron más de 581 flores de Platanthera obtusata durante 47 horas, en las que pudieron registrar hasta en 57 ocasiones a mosquitos Aedes alimentándose de ellas. 

Las observaciones se realizaron en el norte del estado de Washington, donde abundan las orquídeas del grupo Platanthera y los mosquitos.

 

Platanthera obtusata tiene un aroma que recuerda al de la hierba, mientras que otras orquídeas del entorno, y que atraen menos a los mosquitos, tienen una fragancia más dulce. La altura y la coloración verde de las flores hacen que esta planta sea difícil de distinguir de la vegetación vecina, y aún así los mosquitos consiguen orientarse fácilmente y volar en zigzag hacia sus flores.

Cuando los investigadores cubrieron las plantas con bolsas, para evitar que los mosquitos pudieran ver las flores, los insectos siguieron intentando alcanzar las plantas a través de la bolsa.  Este sencillo experimento permitió comprobar que la orquídea genera una gran atracción olfativa sobre los mosquitos, lo que llevó a los expertos analizar los compuestos químicos de su aroma.

“El aroma es en realidad una combinación compleja de químicos, el de una rosa, por ejemplo, consiste en más de 300, y los mosquitos pueden detectar los diferentes tipos de químicos que lo forman”, detalla Riffell.

Las orquídeas del género Platanthera difieren en sus aromas florales

Mediante la técnica de cromatografía de gases y espectrometría de masas analizaron las esencias aromáticas de seis orquídeas diferentes. Se lograron identificar una cuarentena de productos químicos de las distintas especies de orquídeas del género Plathantera, observando que Plathantera obtusata, a diferencia de las otras posee gran cantidad de un compuesto llamada nonanal, así como pequeñas cantidades de otro compuesto, el aldehído de lilas.

Los investigadores analizaron las reacciones de diferentes especies de mosquitos (Aedes canadensis, Culiseta sp., Aedes dianteaus y Aedes cinereus) a los compuestos químicos identificados, mediante el registro de la actividad eléctrica de sus antenas. A pesar de que no todas las especies de Aedes nativas reaccionaron con la misma magnitud a las sustancias químicas, las respuestas fueron consistentes, lo que llevó al equipo a examinar si otros mosquitos, no nativos del hábitat de la orquídea, reaccionaría igual ante sus compuestos químicos. 

Lo comprobaron con Anopheles stephensi, una de las especies que propaga la malaria y Aedes aegypti que propagan los virus de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla o el Zika. 

Tanto Aedes aegypti como Anopheles stephensi mostraron atracción por el aroma de las orquídeas cuando estaban incluidos los aldehídos lilas. Pero al eliminar del aroma el aldehído de lilas, tanto estas especies como los Aedes nativos perdían el interés por la flor o se sentían repelidos por el olor resultante. 

Conocer cómo procesan los olores complejos los mosquitos para detectar fuentes de alimento u otros que les resulten atractivos, así como aquellos olores que les resultan repulsivos podría utilizarse en el futuro para el desarrollo de repelentes más efectivos. 


Referencia:

Lahondère C, Vinauger C, Okubo RP, Wolf GH, Chan JK, Akbari OS, et al. The olfactory basis of orchid pollination by mosquitoes. Proc Natl Acad Sci USA. 2020;117:708–16