Biológicamente hablando, entendemos por vectores de enfermedades a todos aquellos seres vivos que son capaces de transmitir de alguna manera un agente infeccioso a otro ser vivo. Estos agentes infecciosos pueden ser protozoos, bacterias o virus. El mosquito tigre, como otros insectos que chupan sangre, puede actuar como vector de algunos de estos patógenos tan temidos, como el virus del Zika.

Los mosquitos son los animales que más muertes provocan al año en todo el mundo debido a las enfermedades que pueden transmitir. Actualmente las enfermedades transmitidas por mosquitos son más frecuentes en zonas tropicales y subtropicales y en lugares donde hay problemas de acceso al agua potable y al saneamiento.

En Europa aún existen especies de mosquito que pueden transmitirlas, aunque estas enfermedades hayan sido erradicadas. Es el caso del paludismo, que gracias a la mejora en sanidad pública ya no se transmite de forma endémica si bien los mosquitos Anopheles no han desaparecido en absoluto.

Por contra, otras enfermedades que también habían estado presentes en el Mediterráneo, como el Dengue y la Fiebre Amarilla, ya no están, ya que despareció su vector tradicional, Aedes aegypti o mosquito de la fiebre amarilla. Estos dos virus, junto al Chikungunya y al Zika, no son patógenos endémicos del continente europeo, pero la llegada de un nuevo vector, el mosquito tigre (Aedes albopictus), les puede proporcionar nuevas oportunidades.

En cualquier caso, la transmisión de estas enfermedades a través de un vector sólo se puede producir cuando el animal adquiere el agente infeccioso. En el caso de los mosquitos se produce a través de una picada, pero en otro animal puede ser por ingesta. Después, el vector transmite el patógeno a otro animal o persona. Aún así, esta transmisión no se produce en el 100% de los casos.

 

¿Qué pasa en el interior de un mosquito cuando transmite un virus?

En el caso de los mosquitos, sólo pican las hembras porque necesitan la sangre de mamíferos para desarrollar los huevos. Cuando la obtienen de un animal o persona infectada, chupan su sangre juntamente con el virus. Es en este momento que se convierten en portadores.

Si el proceso fuera simplemente así, el mosquito se llevaría consigo el virus y ya está, pero el problema es que el parásito sabe cómo hacérselo, dentro del mosquito: no sólo sobrevive a la digestión, sino que se multiplica dentro de las glándulas salivales del insecto. Cuando los mosquitos portadores pican a otra persona le inoculan su saliva como hacen siempre, lo que nos provoca la irritación en la piel. Es en este punto cuando puede introducir el virus en el torrente sanguíneo de la víctima y transmite la enfermedad.

 

El mosquito tigre como posible transmisor del Zika

El principal vector del Zika es el mosquito de la fiebre amarilla, que ya ha causado grandes epidemias en países de América del Sur. En Europa, incluida España, llegan continuamente enfermos de Zika y, cómo decíamos antes, aquí no tenemos el mosquito de la fiebre amarilla pero sí el mosquito tigre, que es un posible vector del mismo. Hasta ahora no ha habido ningún contagio autóctono, pero teóricamente, si un mosquito tigre residente en Europa picara a alguno de estos viajeros que llegan infectados, podría comenzar a transmitir la enfermedad a otras personas de la zona.

De hecho, según el último congreso B-Debate de Barcelona, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera Cataluña como una zona de riesgo moderado a alto debido a la globalización y a la elevada presencia de mosquito tigre. Es por este motivo que, tener un buen control de la especie reduce el riesgo de transmisión que, juntamente con la vigilancia epidemiológica, son las escasas armas que tenemos para evitar una futura epidemia.

De toda manera, la presencia del virus en cualquier país no es el único factor a tener en cuenta. Diferentes razas geográficas de mosquito tigre en Europa podrían tener una eficacia muy diferente como vectores del Zika. Por eso se realizan estudios que confirmen su eficiencia como vector, que permitan evaluar las evidencias de su rol potencial.

Hace dos años, la revista científica The Lancet publicaba un mapa de riesgo de transmisión del Zika en el cuál se consideran las áreas de todo el planeta con más riesgo de transmisión en relación con la presencia del mosquito de la fiebre amarilla y del mosquito tigre.

Mapa de riesgo de propagación del virus Zika. Los círculos representan las 100 ciudades principales en las cuáles el virus Zika podría ser importante desde las actuales regiones infectadas de América Latina y que tienen un hábitat adecuado por Aedes aegypti o Aedes albopictus a las regiones circundantes. El tamaño del círculo es el riesgo relativo estimado. El rojo sólido indica sólo el riesgo de A. aegypti. Los círculos abiertos indican el riesgo total de las dos especies juntas. La zona aumentada muestra el estado del sur de Florida, el Caribe y las áreas cercanas con mayor detalle.

 

¿Cuál es la situación actual de las enfermedades infecciosas transmitidas por insectos?

Según la OMS, las enfermedades vectoriales representan el 17% de las enfermedades infecciosas mundiales. Y de estas la más mortífera es el paludismo con 627.000 muertos en 2012. Aun así, la institución afirma que la enfermedad que más ha crecido en todo el mundo es el dengue, la incidencia del cual se ha multiplicado por 30 a lo largo de los últimos 50 años.

Por otro lado, la OMS predice que el virus del Zika se establecerá en poco tiempo en todos los países del continente americano, a excepción de Canadá y Chile. En Europa ya se han producido algunos casos de dengue y de chikungunya, un brote de este último se produjo en septiembre de 2007 en el norte de Italia y este septiembre de 2017 se está produciendo otro episodio en Roma.

Esta aparición ya repetida de la fiebre chikungunya en el continente y la extensión geográfica que tiene actualmente evidencian la vulnerabilidad del primer mundo frente a las enfermedades infecciosas emergentes o no, que propagan los insectos.

El riesgo de transmisión en Europa de enfermedades exóticas a través de viajeros infectados implica la necesidad de análisis de riesgos considerando todos los posibles vectores, entre los cuáles en este momento tenemos el mosquito tigre en el Mediterráneo. Por este motivo, los programas de control y la vigilancia sanitaria son la clave para su prevención.