Investigadores franceses han estudiado la composición genética del mosquito tigre en Europa lo que les ha permitido detectar las diferentes rutas de entrada desde Asia y como se ha expandido por el continente. Los resultados confirman la importancia del desplazamiento de mosquitos dentro de los coches, un fenómeno previamente descrito por investigadores de Mosquito Alert. El movimiento de mosquitos entre regiones determina su composición genética, pudiendo ésto tener implicaciones prácticas importantes como la existencia de diferencias entre mosquitos en su eficacia a la hora de transmitir virus como el Zika, dengue o Chikungunya.

Aedes albopictus, Mosquito Alert

Fig. 1. Adulto de mosquito tigre, Aedes albopictus. Autor: Mosquito Alert CC-BY

 

Principios de septiembre de 2007. Los mosquitos tigre llenan las páginas de todos los diarios. Por primera vez en toda su historia Europa experimenta un brote de Chikungunya. Pasan los días y al final se confirman 217 casos autóctonos de infección. Todos ellos en la provincia italiana de Rávena. Se sospecha que el virus causante de la enfermedad probablemente llegó a través de un viajero infectado. Pero, ¿cómo pudo propagarse una enfermedad tropical en Europa?

Porque el virus (CHIKV) del Chikungunya es originario de África. Se detectó por primera vez en Tanzania en 1952, desde donde más tarde se extendió por Sudáfrica, Zimbabue, República Democrática del Congo, Zambia, Senegal, Uganda, Nigeria y Angola antes de saltar al sudeste asiático. En las décadas siguientes apareció en Tailandia, Vietnam, Sri Lanka, Indonesia, India y Malasia. Y ya en el siglo XXI la enfermedad irrumpió en las islas del Índico y africanas.

Sin embargo, el brote italiano de 2007 supuso un salto importante. Fue el primero que tuvo lugar en una zona templada, llevando la enfermedad más allá del trópico. Pero no fue el único. En 2010 tuvo lugar otro en el sur de Francia, en 2014 se detectó uno nuevo en Montpellier, aunque éstos solo fueron unos pocos casos aislados, y una más en la región de Roma en 2017.

En un mundo globalizado, con cada vez más viajes de ocio, la llegada de personas infectadas con el virus desde el trópico a Europa es constante, pero para que tenga lugar un brote como el de Italia es necesario otro actor, un mosquito capaz de transmitir el virus entre las personas. La región italiana de Rávena, el sur de Francia y Montpellier tienen un punto en común: en ellas está establecido el mosquito tigre, Aedes albopictus (Fig. 1).

El mosquito tigre, originario del sudeste asiático, es capaz de transmitir la enfermedad. Un mosquito tigre que picase a un turista infectado al volver de su viaje por el trópico puede transmitir el virus a nuevas personas. En Italia el origen estuvo en un turista infectado que volvió de su viaje a la India. En Montpellier fue una persona que regresó de un viaje al Camerún. El mosquito tigre hizo el resto.

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Fig. 2. Mapa con las tres rutas de introducción de mosquito tigre en Europa desde China y Japón vía Estados Unidos (líneas discontinuas). Las líneas continuas indican los movimientos que ha habido de mosquito tigre dentro de Europa. Las barras representan la composición genética de las poblaciones estudiadas. Modificado del original Sherpa et al. (2019) Molecular Ecology, por J.Luís Ordoñez (CC-BY-NC-2.0)

 

El mosquito tigre llegó a Europa en barco desde China y Estados Unidos

El mosquito tigre es lo que en biología se conoce como una especie invasora. Una especie que, una vez ha sido introducida en un lugar, fuera de su área de distribución original, es capaz de  desarrollarse y expandirse. Hasta no hace mucho, el mosquito tigre estaba restringido al sudeste asiático, su área abarcaba desde Indonesia a Japón. Sin embargo, en las últimas décadas los humanos le hemos ayudado a colonizar todos los continentes a excepción de la Antártida.

Un nuevo estudio publicado en la revista Molecular Ecology acaba de revelar qué rutas utilizó el mosquito tigre para introducirse en Europa. Se trata de un trabajo de genética llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Grenoble, para el cual han analizado 692 mosquitos de 109 localidades diferentes. Aunque no han participado directamente en el estudio, los expertos de Mosquito Alert, Sarah Delacour, Mikel Bengoa y Roger Eritja, contribuyeron al trabajo proporcionando a los investigadores franceses parte de los mosquitos analizados, con ejemplares capturados en Andalucía, Baleares y Cataluña.

A partir de los datos genéticos obtenidos han podido determinar que el mosquito tigre entró en tres puntos de Europa proveniente de tres lugares diferentes (Fig. 2).

La primera introducción tuvo lugar en Albania en 1979. Fue en un depósito de neumáticos utilizados en la ciudad albanesa de Lac donde se detectaron por primera vez. Los estudios genéticos apuntan que los mosquitos llegaron desde China, a través del comercio marítimo.

Una década más tarde, a finales de verano de 1990, se detectaba, una vez más, mosquito tigre en Europa, esta vez en Italia. Pero el mosquito no llegó a Italia desde Albania, ni tan sólo desde Asia, sino desde Estados Unidos. Al parecer, la especie alcanzó la ciudad de Génova primero, y en Padua en 1991, a través del comercio marítimo de neumáticos usados que esta ciudad mantenía y mantiene con Atlanta. A Estados Unidos había llegado poco antes, en 1985, una vez más escondido entre neumáticos procedentes de Japón (Fig. 3).

Ya a las puertas del nuevo siglo, el estudio sugiere que nuevos mosquitos desembarcaron en Italia, seguramente provenientes de China. Esta vez lo hicieron en el centro del país, donde se mezclaron con los tigres de origen americano-japonés, que bajaban desde el norte.

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Fig. 3. Neumáticos usados, la principal vía de transporte de mosquito tigre desde Asia a Europa y un importante punto de cría. Autos: Pixabay License

Estos tres puntos de entrada son la fuente original del mosquito tigre en el resto de Europa. Aunque no lleguemos a conocer con exactitud el momento y la causa de las introducciones, con los análisis genéticos es posible trazar l

a historia de las diferentes introducciones y descubrir así las rutas de dispersión de la especie. Lo que el estudio genético confirma es que el mosquito tiene una capacidad de dispersión limitada por si mismo, y que somos los humanos los que los transportamos sin darnos cuenta de un sitio para otro.

 

Nosotros somos los cómplices de su expansión

De hecho, la composición genética muestra que la dispersión del mosquito tigre encaja perfectamente con la topología de las redes de comunicación humanas: barcos, trenes y carreteras. El estudio genético desvela similitudes poblacionales en algunas regiones que indicaría el movimiento por carreteras de la especie. Los mosquitos introducidos en Albania se han expandido por los Balcanes llegando a Grecia, Montenegro, Bosnia y Serbia, sin embargo no parecen haber salido todavía de esa región.  Por otro lado, los mosquitos introducidos en el norte de Italia han llegado hasta Eslovenia, Croacia, Suiza y el norte de Francia. En el sur de Francia y España, parece que lo que hay es una mezcla de mosquitos llegados de dos focos italianos: el introducido desde China y el de Estados Unidos – Japón.

Los resultados del estudio publicado en 2017 por investigadores del proyecto Mosquito Alert ilustran mejor los mecanismos humanos que utiliza el mosquito tigre para desplazarse a cortas y medias distancias. En ese trabajo se demostraba como el transporte accidental en coches contribuía a la dispersión del mosquito por el territorio español. El estudio estimaba que en verano cada día circulan por el Área Metropolitana de Barcelona entre 12.000 y 71.000 coches con un mosquito tigre en su interior. La investigación desveló como los mosquitos se desplazan de una provincia a otro de polizones dentro de nuestros coches.

Los mosquitos de España no tienen un sólo origen

Pero este trasiego de mosquitos tigre no sólo se da entre municipios y provincias de España, sino que llega más lejos. El análisis revela que a España llegaron primero los mosquitos del centro de Italia. Se detectaron por primera vez en 2004 en el municipio catalán de Sant Cugat del Vallés. Cómo llegó a Barcelona es difícil de asegurar, porque las opciones desde Italia son muchas por vía marina o terrestre. En todo caso fue una dispersión pasiva utilizando un medio de transporte humano probablemente por transporte terrestre de mercancías carretera, lo que en general coincide con la expansión posterior de la especie que va apareciendo a lo largo de las grandes carreteras.

Sin embargo, puede que a lo largo de la costa mediterránea el mosquito no se haya expandido exclusivamente siguiendo la autopista litoral y saltando a las islas Baleares en ferry. Los análisis genéticos muestran una realidad más compleja. No todos los mosquitos del levante español tienen su origen en las poblaciones catalanas, sino que también han llegado mosquitos directamente desde el sur de Francia, donde a su vez llegaron desde el norte de Italia, los que a su vez procedían de Estados Unidos, y estos de Japón. Las múltiples introducciones son frecuentes en las especies invasoras, y esto nos recuerda que después de Sant Cugat, la siguiente localidad detectada un año después fue Torrevella, en Alacant a más de 500 km de distancia.

La expansión del mosquito tigre y su composición genética no se entienden sin conocer las rutas de transporte comercial y el desplazamiento de turistas de norte a sur. El movimiento de los mosquitos dentro de la península ibérica sigue al de los movimientos humanos, con grandes desplazamientos entre las ciudades desde donde alcanzarían los municipios más pequeños a su alrededor. En el noreste ibérico parece que han confluido, coincidido y se han mezclado mosquitos llegados de diferentes puntos de Europa, los cuales a su vez provienen de diferentes puntos de Asia.

Este mosaico no tiene sólo un interés teórico, porque el origen y la composición genética de los mosquitos que viven en nuestra localidad pueden implicar diferentes eficacias a la hora de transmitir los virus, o de resistir a los insecticidas. Esto se superpone a la continua evolución tanto de los insectos como de los virus mismos, lo que tiene una gran relevancia en la salud pública y en el control de enfermedades.

El trasiego de mosquitos aumenta su diversidad genética y su éxito como invasor

Por regla general, las poblaciones de las especies invasoras se originan a partir de la introducción de unos pocos individuos. Este fenómeno se conoce como “efecto fundador” dando lugar a poblaciones con poca diversidad genética. Estas poblaciones empobrecidas genéticamente son más susceptibles ante un patógeno, e incluso a los insecticidas en el caso de los mosquitos.

Sin embargo, en el caso del mosquito tigre, esta mezcla de mosquitos constante propiciada por el transporte aumenta las posibilidades de que se crucen mosquitos de poblaciones diferentes. De esta manera, puede darse fácilmente que un mosquito llegado de Italia se cruce con uno llegado de Francia. El cruce entre ambos dará lugar a nuevas combinaciones genéticas que no existían en sus poblaciones de origen, aumentando así la diversidad genética de la población. Esto es una clara ventaja para ellos y un problema adicional para nosotros, pues la mayor diversidad genética implica más capacidades para adaptarse a los nuevos hábitats que coloniza, para la transmisión de enfermedades e incluso de desarrollar resistencia a los insecticidas.

Vuelos internacionales y mosquitos locales: la tormenta perfecta

La presencia y extensión del mosquito tigre por el territorio español eleva la amenaza de virus tropicales como el Chikungunya, pero también el Zika y el dengue. Hasta no hace mucho, estos patógenos eran exclusivos de regiones tropicales como América Latina, el África subsahariana o el sudeste asiático, pero el cada vez mayor número de viajes internacionales facilita que el virus llegue a Europa. Sólo en Cataluña, en 2018 se confirmaron 7 casos de Chikungunya, 24 de Zika y 71 de dengue.  Todos los casos contrajeron el virus en el extranjero antes de regresar a Cataluña, sin duda, la mayor circulación de gente, junto a la presencia de un mosquito capaz de transmitir el virus eleva el riego de que se repitan casos como el que en 2007 llevó los mosquitos tigre a las páginas de los diarios.

 

Referencias:

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Noticias:

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Sáez C. (2017) Por qué en España es improbable que se produzca un brote de chikungunya como en Italia. La Vanguardia. 19/09/2017

de Benito, E. (2007) La enfermedad de chikungunya sale del Índico y se asienta en Italia. El País. 07/09/2007