Especie originaria de África que en los últimos siglos se ha expandido en grandes áreas de todos los continentes, siendo un vehículo notable el comercio de esclavos de África a las Américas y posteriormente por el comercio internacional. En la actualidad la especie está distribuida por la región tropical de África, Sudamérica y parte de Norteamérica, Oriente Medio, el Sudeste de Asia, las islas del Pacífico y el norte de Australia. Históricamente se estableció en la costa mediterránea de Europa, Oriente Medio, pero desapareció en la primera mitad del siglo XX.

Sigue sin entenderse esta desaparición de la especie en el Mediterráneo y Europa, donde había causado graves epidemias de dengue y fiebre amarilla a partir del siglo XVIII. En la actualidad se la encuentra en la zona del Mar Negro en el sur de Rusia, Georgia y el noreste de Turquía, de donde probablemente no llegó a desaparecer.

La especie fue introducida accidentalmente en Madeira (Portugal) en 2004, probablemente desde Sudamérica, y se ha establecido ampliamente en la isla, provocando importantes brotes de dengue. En diciembre de 2017 la especie fue detectada en Fuerteventura (Islas Canarias, España), con un origen probablemente africano, pero consiguió erradicarse a tiempo.

¿Cómo es el mosquito de la fiebre amarilla?

Es un mosquito relativamente pequeño, de entre 4-7 mm de longitud. Su color es de marrón oscuro con el abdomen con manchas blancas, y unas patas negras con rayas blancas (2), características que comparte con algunos otros Aedes invasores, pero también con algunas especies autóctonas. Puede identificarse por las cuatro líneas blancas del tórax que dibujan un arpa (1).

Su actividad es principalmente diurna y crepuscular. Es una especie mucho más urbana que el resto que se ha adaptado muy bien a los ambientes humanizados. Se adentra mucho en el interior de las casas donde encuentra refugio y personas de las que alimentarse.

Como el mosquito tigre, en su origen la especie se reproduce en el agua retenida en las cavidades de los árboles, pero en los ambientes humanizados también aprovecha cualquier recipiente con agua estancada. Barriles para almacenar agua, neumáticos usados y jarrones pueden ser utilizados para depositar los huevos, tanto si están en el exterior o el interior de las viviendas.

Depositan los huevos en seco, sobre la pared del recipiente por encima de la superficie de agua o en la propia superficie. Aunque sus huevos son resistentes a la desecación no son capaces de entrar en diapausa en invierno como sí hace el mosquito tigre y otros Aedes invasores. Esta dificultad para superar los inviernos limita su capacidad de establecerse en las regiones más frías de Europa, pero no en las más mediterráneas donde ya estuvo presente en el pasado. Coincidirían probablemente en gran parte con la zona al sur de Alicante, donde su primo hermano, el mosquito tigre, ya no necesita hibernar.

Su capacidad de dispersión es limitada, no se aleja más de 200 metros del lugar donde nació. Su gran adaptabilidad a los ambientes humanos al aprovechar lugares artificiales para reproducirse los hace menos dependientes de las lluvias para su cría larvaria.

Picaduras del mosquito de la fiebre amarilla

En el momento de la reproducción las hembras pican para obtener las proteínas necesarias para el desarrollo de los huevos. En un ataque la hembra puede picar varias veces a la misma persona, o bien a diferentes personas a lo largo del tiempo, un comportamiento que contribuye a su elevado riesgo como transmisor de enfermedades.

Las picaduras se concentran en las horas de actividad del mosquito, durante el día y a la caída del sol.

El mosquito de la fiebre amarilla tiene una preferencia casi total por picar a los humanos.

Período de actividad

Al no tener diapausa, allí donde está establecido tendrá actividad a lo largo de todo el año. Aún así en Madeira el mosquito es más abundante de agosto a octubre.

Enfermedades que transmite el mosquito de la fiebre amarilla

El mosquito de la fiebre amarilla es una especie de enorme importancia sanitaria. Se le considera el principal y más eficaz transmisor de dengue, fiebre amarilla, chikungunya y Zika. También se cree que es capaz de transmitir el virus del Nilo Occidental.

El aumento global de estas enfermedades, especialmente de dengue, en el mundo en los últimos años se debe entre otros factores a la incesante expansión de la especie. Se teme que el calentamiento global puede favorecer que la especie aumente su área de distribución. Como hemos visto, muchas regiones del mediterráneo ofrecen ya las condiciones climáticas adecuadas para el establecimiento de la especie todo el año. Por eso es importante su vigilancia para detectarla desde un principio antes de que se establezca y poder erradicarla, como se logró en Fuerteventura en 2017.

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