Recientemente, ha sido publicado un artículo científico que recoge distintos proyectos de vigilancia pasiva de mosquitos en Europa. Varios de estos proyectos han surgido a raíz de la llegada de distintas especies invasoras de mosquito en Europa y de la preocupación por las enfermedades que estas especies pueden transmitir.

Mosquito Alert es uno de ellos, juntamente con Mückenatlas (Alemania), Mosquito Reporting Scheme y Mosquito Watch (Reino Unido), Muggenradar (Países Bajos), iMoustique (Francia) y MosquitoWEB (Portugal).

 

Vigilancia pasiva de mosquitos y ciencia ciudadana

La característica común de estos proyectos es el empleo de lo que se denomina “vigilancia pasiva”, en contraposición a la «vigilancia activa». La vigilancia pasiva puede suponer una ventaja frente a la vigilancia activa ya que la relación coste/beneficio puede ser baja y aportar grandes cantidades de datos, que generalmente son de buena calidad. Ambas se complementan, puesto que la vigilancia activa es necesaria para confirmar los informes recibidos de los ciudadanos o por ejemplo para profundizar en el conocimiento de la distribución de una especie en lugares determinados.

Según la ECDC (European Center for Disease Prevention and Control), la vigilancia activa consiste en el uso de métodos de muestreo seleccionados específicamente y aplicados a la recolección de especies objetivo en los lugares donde se encuentra, mientras que la vigilancia pasiva incluye la recolección de datos mediante programas de monitoreo o envío de informes, por parte de trabajos de campo realizados por personal no especializado y/o por el público general, como podrían ser los proyectos de ciencia ciudadana.

Según el artículo, la implantación de estos proyectos de vigilancia pasiva en Europa ha permitido encontrar nuevas poblaciones o mejorar el conocimiento de la distribución de algunas especies de mosquito. Dos ejemplos de nuevos hallazgos realizados gracias a esta vigilancia pasiva son: el descubrimiento de mosquito tigre en Andalucía y el descubrimiento de nuevas poblaciones de Ochlerotatus (Aedes) japonicus en Alemania, comentado más abajo y recogido en el artículo.

Este trabajo ha puesto de manifiesto que cada proyecto sigue sus propios métodos, sin la utilización de un protocolo común entre todos ellos. Sería un avance, por lo tanto, enlazar y estructurar los distintos proyectos entre sí. De este modo, se podría dar una información más unificada que permitiría mostrar una imagen mejor de la presencia, distribución y dispersión de las especies de mosquitos, tanto nativas como invasoras, en Europa.

Actualmente se está trabajando para desarrollar técnicas que puedan validar estos datos y así poder ser utilizados en métodos científicos de análisis. Puede resultar muy interesante, por lo tanto, la combinación de técnicas de vigilancia pasiva con vigilancia activa para conseguir mejores resultados.

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Imágenes: mosquito tigre (Aedes albopictus) a la izquierda (fotografía tomada por uno de los participantes de Mosquito Alert) y Aedes aegypti a la derecha («Aedes aegypti CDC-Gathany» by James Gathany – PHIL, CDC. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons).

 

El ejemplo de Ochlerotatus (Aedes) japonicus en Alemania

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Referencia de la foto: «CDC 7959 Ochlerotatus japonicus» by James Gathany, CDC – This media comes from the Centers for Disease Control and Prevention’s Public Health Image Library (PHIL), with identification number #7959.

Dos nuevas poblaciones del mosquito Ochlerotatus (Aedes) japonicus han sido encontradas en Alemania gracias al proyecto de ciencia ciudadana Mückenatlas. Una de las características de esta especie (que no se ha detectado en España) son las rayas doradas en el tórax, a diferencia de la raya blanca que presenta el mosquito tigre.

Según la ECDC, la especie es endémica de Japón, Corea (tanto Corea del Norte como Corea del Sur), Taiwán, China y el sur de Rusia. Actualmente se puede encontrar en algunos países de Europa, en Norteamérica y en Nueva Zelanda. La misma organización explica que en su rango de distribución nativo este mosquito no se considera un importante vector de enfermedades.

Aun así, en el laboratorio se ha observado que puede estar implicado en la transmisión de enfermedades como el dengue y la chikungunya. Actualmente no está del todo claro el rol que este mosquito tiene en la transmisión de enfermedades en condiciones naturales.