El mosquito de la fiebre amarilla, Aedes aegypti, es considerado uno de los principales problemas de salud mundial. Esto se debe, por un lado, a su capacidad de transmitir los virus del dengue o el Zika, así como a su habilidad para habitar los ambientes urbanos. La especie es originaria del África Subsahariana pero la trata de esclavos entre los siglos XV y XIX la transportó del África occidental a las Américas y Europa.

Hoy el mosquito no está presente en la Europa continental, pero sí lo estuvo hasta el siglo XX. Desde Portugal hasta el Mar Negro, la especie se encontraba en gran número de puertos europeos, donde dio lugar a importantes brotes de fiebre amarilla durante siglos. Se desconocen las causas de su desaparición del continente. Se sugiere que las mejoras de higiene en los sistemas de canalización del agua, así como el uso generalizado de insecticidas para reducir el riesgo de malaria, la llevaron a la extinción.

Pero en los últimos años se le ha detectado varias veces en Europa o en áreas geográficas o políticamente conectadas con el continente. En los Países Bajos la especie fue detectada en 2010, para en 2016 volver a ser observada. En la costa este del Mar Negro la especie está establecida, ocupando territorios de Rusia, Georgia y Turquía. Al oeste, en medio del Atlántico, la isla portuguesa de Madeira cuenta con poblaciones estables de la especie desde 2004. En el Egipto la especie fue detectada en 2017 a orillas del Mar Rojo.

En los últimos años se ha detectado varias introducciones en Europa o áreas adyacentes

En la Europa continental todavía no se ha detectado la presencia de la especie, pero las numerosas áreas urbanas distribuidas a lo largo de su costa representan hábitats propicios para el establecimiento de la especie. Sus puertos y zonas urbanas adyacentes se caracterizan por ser la puerta de entrada de un gran número de especies exóticas debido al intenso comercio internacional. El tránsito continuó de mercancías desde Asia y América, donde la especie está establecida aumenta las posibilidades de que llegué hasta el continente. Por sus condiciones, tanto climáticas como urbanísticas, las ciudades de la cuenca mediterránea son las que presentan un mayor riesgo, tal y como sugiere un nuevo estudio basado en simulaciones.

El trabajo se ha centrado en evaluar la posibilidad de que la especie se establezca en cinco de los puertos europeos con un mayor tráfico comercial: Algeciras, Barcelona, Venecia, Génova y Rotterdam.

Fig.1. Mapa con la localización de los cinco puertos analizados por el estudio de Da Re et al. 2020. De sur a norte son: Algeciras, Barcelona, Génova, Venecia y Rotterdam. Fuente: Mosquito Alert CC-BY 2.0

El clima, el tejido urbano y la red de carreteras determinan el establecimiento del mosquito

Considerando las temperaturas de cada uno, así como la estructura urbanística y su conectividad con otras poblaciones, los autores han desarrollado un modelo para simular la viabilidad de la llegada accidental de unos pocos individuos de Aedes aegypti a uno de ellos. La pregunta a responder que suscitó el estudio a los autores fue: si llega a alguno de estos puertos, ¿podrá establecerse? Para responderla consideraron varios factores. Entre ellos climáticos, pero también el tamaño de las poblaciones humanas, así como su red de carreteras y transportes, que se ha demostrado que facilitan la dispersión pasiva de los mosquitos.

Para estimar si el mosquito podía llegar a asentarse en un lugar y cómo crecerían sus poblaciones, tuvieron en cuenta las probabilidades de supervivencia, reproducción y dispersión de las distintas fases del ciclo de vida del mosquito. Por ejemplo, consideraban la probabilidad de que un huevo sobreviviera de un día para otro, que eclosionara, que las larvas se desarrollasen en pupas, y que estas emergieran como adultos. Incluyeron la probabilidad de supervivencia del mosquito adulto de un día a otro, de que madurara sexualmente, la probabilidad de poder alimentarse de sangre y la cantidad de huevos que depositaban, así también como la probabilidad de dispersarse en busca de un huésped, o la probabilidad de introducirse en un coche y ser transportado a otro lugar (para esta probabilidad usaron las probabilidades estimadas por Mosquito Alert en los alrededores de Barcelona).

Considerando todos estos parámetros, concluyeron que la ciudad con un mayor riesgo de establecimiento de la especie es Barcelona, seguida de Algeciras. En Barcelona, las condiciones climáticas y el tejido urbano es donde podría haber un mayor crecimiento y propagación de sus poblaciones. Desde ahí la especie podría expandirse hacia el sur, norte e interior de la ciudad ocupando nuevos municipios.

Fig. 2. Resultados de las simulaciones del estudio para cada una de las 5 ciudades. En ellas se ve la dinámica de las poblaciones de Aedes aegypti a lo largo de dos años  partir de una introducción accidental. La línea verde representa la la cantidad de hembras de mosquito. La gris la zona invadida a la que se podría dispersar la especie en este período. La línea azul es la oscilación de la temperatura a lo largo del año. Obsérvese que las escalas de las figuras son diferentes entre las ciudades para facilitar la visualización, pero mientras la abundancia de mosquitos en Algeciras no alcanza el valor de los 50, en Barcelona se dispara por encima de los 500, mientras que en los puertos italianos apenas llega a los 30. Fuente: figura original de Da Re et al. 2020. BioRxiv 10.1101/2020.06.04.133785 

Barcelona y Algeciras son las ciudades portuarias donde el mosquito de la fiebre amarilla podría establecerse si llega accidentalmente

En cambio las poblaciones introducidas en Génova, Venecia y Rotterdam podrían persistir un periodo más o menos largo de meses, pero en ninguno de estos sitios la especie podría superar los inviernos. El mosquito de la fiebre amarilla, a diferencia del mosquito tigre no entra en diapausa siendo mucho más susceptible a desaparecer durante los inviernos de las zonas templadas. No así en los inviernos suaves de las regiones mediterráneas.

La vigilancia es primordial para poder detectar de manera temprana futuras invasiones

Aunque se trata de un estudio basado en simulaciones y modelos matemáticos, es uno más de varios que avisan de lo susceptible que es la cuenca sur del Mediterráneo a la llegada de esta especie. En estas ciudades encontraría todo lo necesario para desarrollarse, una buena temperatura, huéspedes en abundancia y gran cantidad de lugares donde poder criar. Aedes aegypti es una especie mucho más urbana que el mosquito tigre, adaptado a vivir y entrar en espacios cerrados.

Los programas de vigilancia tradicionales y los de ciencia ciudadana, como el de Mosquito Alert, son esenciales para poder detectar de manera temprana posibles introducciones de la especie en el continente y llevar a cabo acciones de control que la erradiquen antes de que se establezcan permanentemente como sucedió con el mosquito tigre. Estudios como este ayudan a saber dónde poner el foco de la vigilancia.

 


Referencias:

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