La creciente amenaza de las enfermedades transmitidas por vectores, muchas de las cuales son sensibles al clima, exige sistemas de monitoreo más sólidos y esfuerzos de respuesta coordinados tanto en regiones endémicas como emergentes. El cambio climático, la expansión de los hábitats y temporadas de los mosquitos, y el cambio en los patrones migratorios de las aves están impulsando la propagación de enfermedades como el virus del Nilo Occidental (WNV) hacia nuevas zonas.
En respuesta a estos desafíos, un equipo internacional de investigadores afiliados a destacadas iniciativas europeas, incluidos los proyectos de investigación IDAlert y E4Warning y el Centro Holandés de Preparación para Pandemias y Desastres (PDPC), se reunió en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) para debatir y mejorar la comprensión de las vías ecológicas de circulación y transmisión del WNV en los humedales europeos. Su objetivo fue compartir y desarrollar estrategias de vigilancia más integradas y eficaces que reúnan datos sobre vectores, dinámica de aves hospedadoras y sus interacciones, fortaleciendo así las capacidades de alerta temprana y preparación frente al cambio climático y las transformaciones del uso del suelo.
Humedales como centinelas clave: trabajo de campo colaborativo y enfoques integrados
Los humedales y sus alrededores periurbanos se reconocen como puntos críticos para la vigilancia de enfermedades transmitidas por vectores como el WNV. Estos paisajes representan interfaces socioecológicas complejas donde confluyen entornos naturales y modificados por el ser humano.
Esta región ecológicamente rica, caracterizada por humedales y campos de arroz, proporciona criaderos ideales para mosquitos y hábitat crítico para aves residentes y migratorias, componentes clave en el ciclo de transmisión del WNV. Durante los meses de verano, la población humana en la zona se duplica debido al turismo estacional, lo que aumenta significativamente el riesgo de exposición humana a patógenos emergentes.
Como resultado, los Humedales sirven como sitio estratégico de estudio para los proyectos E4Warning e IDAlert, ofreciendo un escenario ideal para investigar los impulsores ecológicos de la circulación arboviral y probar herramientas innovadoras de campo. Un objetivo central de este trabajo es mejorar la recolección de mosquitos hembras alimentadas con sangre, que pueden analizarse para determinar sus preferencias de hospedador, proporcionando información sobre posibles rutas de transmisión del WNV.
Para compartir y desarrollar estrategias de vigilancia más integradas y eficaces, se organizó una reunión de tres días. Durante esta visita, uno de los objetivos clave fue explorar más a fondo la colaboración y comparación con humedales cercanos a Róterdam, otro sitio de estudio compartido por los proyectos PDPC e IDAlert. Al contrastar dinámicas ecológicas y métodos de vigilancia entre estos humedales del norte y sur de Europa, los investigadores aspiran a comprender mejor la variabilidad regional en la circulación del virus del Nilo Occidental y mejorar los sistemas de alerta temprana transnacionales.
Durante el encuentro, los investigadores realizaron un trabajo de campo intensivo dentro del parque, desplegando trampas BG-Sentinel y de descanso, y llevando a cabo muestreo con aspiradores de mosquitos en una variedad de hábitats, incluidos campos de arroz, humedales y áreas periurbanas. Además, los participantes exploraron el uso de sistemas pasivos de monitoreo acústico para evaluar la composición de las comunidades de aves y detectar cambios que puedan afectar la dinámica viral. Estas herramientas acústicas ofrecen nuevas oportunidades para rastrear la presencia y el comportamiento de especies de aves reservorio a lo largo del tiempo.
Complementando estos esfuerzos, los investigadores recibieron capacitación práctica en el uso de tarjetas FTA, pequeños dispositivos de muestreo colocados en el campo para recoger saliva de mosquitos. Estas tarjetas, desarrolladas en Erasmus MC, permiten la detección no invasiva de arbovirus mediante técnicas moleculares y representan un método prometedor para monitorear la circulación viral.
El equipo también visitó el Jardín Botánico Marimurtra, uno de los sitios de estudio del proyecto IDAlert, donde se están llevando a cabo experimentos y estrategias optimizadas de control vectorial para mejorar los métodos de tratamiento de mosquitos.
Un encuentro marcado por la diversidad de disciplinas y trayectorias profesionales
Una de las principales fortalezas del encuentro fue la gran diversidad de disciplinas y etapas profesionales representadas, lo que fomentó un intercambio dinámico y el intercambio de ideas. La reunión reunió a expertos en modelización epidemiológica, virología, ecología de vectores y ciencias ambientales, creando un foro vibrante para avanzar en enfoques integrados para la vigilancia de enfermedades sensibles al clima.
Entre los participantes estuvo Joacim Rocklöv, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), coordinador del proyecto europeo IDAlert, que se centra en entender cómo el cambio climático influye en la aparición y transmisión de enfermedades infecciosas para reforzar la resiliencia sanitaria de Europa. Le acompañó el doctorando Julian Heidecke, quien contribuyó a las discusiones sobre modelización y evaluación de riesgos.
Reina Sikkema, viróloga del Erasmus MC (Países Bajos), participa en IDAlert y representa al PDPC, que reúne a expertos para mejorar la preparación ante amenazas sanitarias emergentes. Ella codirige un proyecto pionero en el PDPC junto con Maarten Schrama, ecólogo de la Universidad de Leiden, también presente en el encuentro. Dentro de un amplio equipo transdisciplinar, investigan cómo la salinización y el cambio del paisaje influyen en la ecología de mosquitos y aves, y cómo estos cambios modulan el riesgo de transmisión viral. Los acompañaron los miembros del equipo Jordy Van der Beek, Tijmen Hartung y Erley Lizarazo, quienes aportaron al diálogo interdisciplinario.
Los anfitriones locales del CEAB-CSIC incluyeron a Frederic Bartumeus, codirector de Mosquito Alert, coordinador del proyecto E4Warning y socio de IDAlert. Estuvo acompañado por los miembros de su equipo Alex Richter-Boix, Catuxa Cerecedo-Iglesias, las doctorandas Nina Bogdanovic y Júlia Rodriguez-Grabalosa, y Olatz San Sebastián; además de Elisa Mora y Santi Escartín del equipo operativo de Mosquito Alert.
Durante el encuentro, los participantes debatieron acerca del desarrollo de indicadores de riesgo ecológicos y epidemiológicos escalables, combinando tecnologías tradicionales y novedosas en el campo, como trampas inteligentes para mosquitos (con conteo automatizado e identificación de especies), técnicas moleculares aplicadas in situ y grabaciones acústicas automatizadas de aves. En conjunto, exploraron estrategias para modelar y predecir el riesgo de WNV y otras enfermedades vectoriales sensibles al clima en Europa, aprovechando la fortaleza de diversas fuentes de datos y perspectivas científicas.