¿Cómo identificamos a los mosquitos?
Con esta pregunta empezó la ruta científica Mosquito Alert durante la XXIV edición de la Semana de la Ciencia en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), uno de los centros coordinadores del proyecto, celebrada los días 13, 14 y 15 de noviembre. Esta iniciativa reunió alumnado de secundaria y de bachillerato con el objetivo de acercarlos en la investigación y a las diferentes fases de una investigación científica.
Las sesiones fueron lideradas por Santi Escartín y Mar Jambou, responsables del proyecto educativo de Mosquito Alert, junto con Monika Falk, experta en inteligencia artificial del mismo equipo. Al inicio se realizó un pequeño debate, donde el alumnado participó aportante ideas varias sobre como identificar mosquitos explorando conceptos relacionados con la biología del mosquito, y la importancia de estudiarlos en el contexto actual.
El primer tema a abordar fue el muestreo tradicional, que engloba los diferentes tipos de trampas que se han utilizado a lo largo de los años a cargo del equipo científico del proyecto. Santi explicó cómo, a la práctica, las soluciones ideadas para llevar a cabo un experimento, pueden ser difíciles de implementar en condiciones reales. Factores como la disponibilidad de electricidad, la ubicación de las trampas, el impacto de la fauna local o incluso el incivismo pueden influir en la eficacia de los experimentos. Esta reflexión sirvió para destacar la importancia de la creatividad en la ciencia y encontrar soluciones prácticas e innovadoras.
A continuación, se visitó el Laboratorio de Experimentación con Organismos Vivos, el LEOV. Allá se los mostró la equipación que se utiliza para estudiar mosquitos, como por ejemplo, las cámaras de temperatura y humedad controladas donde se hacen crecer las colonias.
Después de explicar las bases del muestreo tradicional y las pautas para diseñar experimentos para estudiar el ciclo de vida del mosquito en el laboratorio, se planteó una nueva cuestión:
¿Cómo podemos hacer esto a gran escala? ¿Cómo podríamos obtener datos de un pequeño pueblo de Alemania sin tener que ir hasta allá?
Esta pregunta dio lugar en un debate muy enriquecedor, permitiendo al alumnado descubrir el concepto de ciencia ciudadana y sus aplicaciones. En este contexto se explicó cómo, mediante la aplicación Mosquito Alert, el proyecto recoge datos de la ciudadanía de cualquier parte del mundo, y los hace públicos en el mapa público interactivo del proyecto. Estos datos han permitido el descubrimiento de nuevas especies, como por ejemplo el mosquito tigre, en zonas donde encara no se había documentado su presencia.
La explicación sirvió para introducir el concepto de inteligencia artificial (IA), una herramienta esencial dentro del desarrollo del proyecto. Monika explicó a los estudiantes el funcionamiento de esta tecnología y como permite identificar los mosquitos de forma rápida y eficiente, casi a tiempo real. Esta innovación, combinada con la experiencia de nuestra comunidad de especialistas en entomología de todo el mundo, es fundamental para garantizar el éxito del proyecto a largo plazo.
Esta experiencia ofreció al alumnado la posibilidad de comprender no solo el proceso científico detrás del estudio de los mosquitos, sino también la importancia de combinar tecnologías avanzadas, colaboración ciudadana y creatividad para hacer frente a retos globales como la vigilancia y el control de especies invasoras.