Aitana Oltra, Frederic Bartumeus y John Palmer, coordinadores de la plataforma Mosquito Alert, han escrito uno de los capítulos donde se destaca el potencial de la ciencia ciudadana para estudiar la presencia y dispersión de especies invasoras y vectores de enfermedades y, a su vez, controlar su expansión.

Manual Europeu de la Informació Geogràfica Col·laborativa

Manual Europeo de la Información Geográfica Colaborativa

 

El libro ha sido editado por miembros de la COST action «ENERGIC» (European Network Exploring Research into Geospatial Information Crowdsourcing), una red de expertos europeos que promueven diversas actividades para explorar el potencial y las aplicaciones de la información espacial colaborativa. En esta publicación han participado varios científicos que trabajan en el ámbito de la geoinformación.

A medida que crece y avanza la tecnología también ha surgido una nueva forma de recoger información espacial. Cada vez hay más usuarios que utilizan webs o aplicaciones móviles donde se envían fotografías u otros datos geolocalizadas. Los científicos llaman a esta nueva forma de obtener datos como Información Geográfica Colaborativa o Voluntaria (VGI, en inglés, Volunteered Geographic Information).

El manual, organizado en seis bloques, analiza qué uso se puede hacer de estos datos en el ámbito científico y qué beneficios puede aportar a la sociedad. Algunos autores también hablan de lo que realmente motiva a la gente para compartir esta información y hacerla pública. Incluso se plantea si las personas podrían sustituir los sensores geoespaciales especializados. Sin embargo, las limitaciones de esta metodologías también son un tema a debatir, sobre todo la privacidad y la calidad de los datos para que sean útiles para los científicos.

 

Cuando la participación ciudadana es un éxito

El ejemplo de Mosquito Alert (antes Atrapa el Tigre) demuestra que la ciencia ciudadana se puede utilizar para hacer investigación y actividades de vigilancia y control de especies invasoras y vectores de enfermedades, como el mosquito tigre y el mosquito de la fiebre amarilla. En el capítulo, se exponen las estrategias y criterios que se utilizan para validar los datos que envían las personas voluntarias, que principalmente son fotografías geolocalizadas. También explican cómo se ha trabajado la comunicación a la ciudadanía con la participación, qué tipo de investigación científica se puede hacer con estos datos y cómo se está trabajando conjuntamente con agentes de seguimiento y control de estas especies.