Hay quien considera a los mosquitos “los animales más peligrosos del mundo”. Cuesta imaginarlo. Es cierto que los mosquitos no gozan de buena fama. Pueden arruinar nuestra tarde en el jardín. O despertarnos a media noche con su zumbido. Son molestos. Esto está fuera de toda duda, pero, ¿qué los hace tan peligrosos?

Su peligrosidad se encuentra en las enfermedades que pueden transmitir. Los mosquitos son transmisores potenciales de enfermedades como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla o el Zika, que cada año afectan a cientos de millones de personas en el mundo. Se calcula que cada año 390 millones de personas son infectados con el virus del dengue. En 2018 se estimó que hubo 228 millones de casos de malaria. La Organización Mundial de la Salud considera que más de la mitad de la población mundial está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por mosquitos. Esta capacidad para transmitir virus y otros patógenos a través de sus picaduras es lo que los hace peligrosos, haciendo necesario su estudio, vigilancia y control.

Los mosquitos que estudiamos y vigilamos en Mosquito Alert con la colaboración de la ciudadanía destacan por poder transmitir estas enfermedades:

A excepción de la malaria, la mayoría de las enfermedades transmitidas por los mosquitos que afectan a las personas son de origen vírico. Los virus que se transmiten a través de mosquitos y otros artrópodos se denominan “arbovirus”. El término engloba a distintas familias de virus que se caracterizan por transmitirse entre animales vertebrados (incluidos los humanos) mediante un artrópodo. Los mosquitos transmiten unos virus concretos, pero otros arbovirus son transmitidos por chinches, garrapatas, flebótomos y otros artrópodos.

Todos ellos son animales hematófagos, es decir, se alimentan de la sangre de otros animales, generalmente vertebrados, como mamíferos, aves, reptiles o anfibios. Esta figura representa un ciclo típico de un arbovirus transmitido por un mosquito.

Ciclo de un arbovirus Mosquito Alert

Para que un arbovirus mantenga su ciclo, deben cumplirse las siguientes condiciones en la naturaleza: (1) debe estar presente un huésped vertebrado susceptible, posiblemente un mamífero o una ave; (2) durante la infección del huésped, debe alcanzarse una fase de viremia (es decir, que el virus esté presente en el torrente sanguíneo en una cantidad y tiempo suficiente para que el mosquito pueda infectarse cuando se alimente de su sangre); (3) el virus debe ser capaz de replicarse y no matar al mosquito que ha ingerido la sangre; (4) tras unos días de incubación, el mosquito podrá infectar a otro animal o persona al volver a alimentarse. En ese momento, inyectará saliva de sus glándulas infectadas y el virus entrará en el torrente sanguíneo del nuevo huésped para iniciar el ciclo.

Los vertebrados con altos niveles de viremia suficientes como para que los mosquitos se infecten al picarlos se conocen como huéspedes amplificadores, en la figura anterior aparecen representados como primates. Aquellos que no se infectan o no desarrollan suficiente viremia para infectar a otros mosquitos, se conocen como hospeadores accidentales o de fondo de saco, pues el virus no puede transmitirse a nadie más a partir de ellos, siendo este huésped un callejón sin salida para el virus.

Los humanos suelen ser huéspedes incidentales en la mayoría de los arbovirus, cuyos huéspedes amplificadores son otros mamíferos o aves. Sin embargo, en el caso del dengue, el Zika y el chukingunya, las personas pueden actuar como el principal huésped amplificador, saltando la enfermedad de una persona a otra mediante la picadura de un mosquito.  

Ciclo den dengue

Los mosquitos son así los vehículos que permiten que virus y otros patógenos circulen entre las personas, entre animales vertebrados, y entre los animales y las personas. Afortunadamente, la mayoría de las 3.500 especies de mosquitos no son capaces de transmitir virus, y entre las pocas especies que pueden hacerlo, su eficacia varía mucho entre especies. Especies como el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) y el mosquito tigre (Aedes albopictus) son muy eficaces transmitiendo algunos de los virus que más afectan a las personas. Otros mosquitos no son tan eficaces transmitiendo los virus. La mayoría no son capaces de infectarse y transmitir estos virus.

Algunas especies tienen la capacidad de transmitir diferentes virus, otros solo transmiten eficazmente uno o dos virus que afecten a los humanos. El mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) es capaz de transmitir el virus del dengue, el virus de la fiebre amarilla, el virus del chikungunya y el virus del Zika, algunos estudios sugiriendo que también puede transmitir el virus del Nilo Occidental y el de la encefalitis equina venezolana. El mosquito tigre (Aedes albopictus) en el laboratorio es capaz de infectarse con 22 virus distintos, varios de los cuales se han detectado en mosquitos analizados en el campo. Sin embargo, otros no tienen una capacidad tan amplia, o su eficacia con los distintos virus es mucho más baja, y por tanto de menos preocupación médica, como sería el caso de Aedes japonicus y Aedes koreicus.

La complejidad del ciclo de los arbovirus hace que, aquellos que afectan a las poblaciones humanas muestren diferentes patrones. Desde infecciones esporádicas con uno o unos pocos casos, hasta generar grandes epidemias. 

El clima determina la distribución de los arbovirus

Como estos virus requieren de los mosquitos para poder circular entre animales y personas, es normal que los factores climáticos y ecológicos influyan en la presencia y transmisión de las enfermedades. La temperatura, las lluvias y la humedad son factores muy importantes en la vida de los mosquitos y, por tanto, de la transmisión del virus. En las regiones tropicales los mosquitos están activos principalmente durante la estación húmeda, cuando las lluvias proporcionan lugares para el desarrollo de sus larvas. En Europa y otra regiones templadas, la actividad de los mosquitos es estacional, con su máxima actividad concentrada en verano.

Todas las predicciones sugieren que el cambio climático afectará los ciclos de transmisión en todo el mundo. El aumento de temperaturas y el cambio en el régimen de precipitaciones permitirá que los mosquitos transmisores de enfermedades se expendan a nuevas zonas. También las actividades humanas impactan sobre la distribución de los mosquitos, con la destrucción de algunos hábitats, el aumento del urbanismo y sus estrategias de almacenamiento de agua que pueden aprovechar los mosquitos adaptados a las poblaciones humanas.

La globalización de los arbovirus

La globalización y la alteración ambiental ha originado en el último siglo un aumento en la distribución e impacto de los arbovirus. Nuevas especies invasoras, como el mosquito tigre (Aedes albopictus) se han expandido por el mundo en apenas medio siglo. En Europa sigue en expansión desde 1979, igual que otras especies de Aedes de origen asiático que hay llegado más recientemente (Aedes japonicus y Aedes koreicus). Su expansión mundial, junto con la de Aedes aegypti, ha hecho que en las últimas décadas la población susceptible de ser infectada por dengue haya aumentado considerablemente en el mundo. En medio siglo los casos de dengue se han multiplicado por 30. En la década de 1960 se contaban 10 países con dengue endémico, en 2017 ya eran 124 países.  

La expansión de estas especies invasoras ha generado un nuevo escenario epidemiológico. En regiones donde el virus no es endémico, como en Europa, se han registrado casos aislados de dengue en varios países mediterráneos (Croacia, Francia, España). La transmisión local es posible gracias a la presencia del mosquito tigre, capaz de infectarse con el virus cuando pica a un viajero que ha vuelto infectado de otras regiones. Ese mosquito posteriormente puede infectar a otra persona. Lo mismo ha sucedido con el virus chikungunya o Zika. En Madeira, Aedes aegypti protagonizó un brote de dengue que afecto a más de 2.000 personas, siendo el origen de 78 casos importados que se detectaron posteriormente en 13 países diferentes. A pesar de ser una región sin circulación del virus, la expansión mundial del dengue está impactando en Europa.

La velocidad de los viajes actuales, y el aumento de los destinos a zonas tropicales o subtropicales, permite que enfermedades con periodos cortos de incubación puedan exportarse a regiones libre del virus como Europa. Un estudio detectó que el 40% de los pasajeros que volvían enfermos de dengue a Europa tenían niveles de virus en el flujo sanguíneo suficientemente alto como para que un mosquito se infectase.

Otras enfermedades como la fiebre del Nilo Occidental se ha establecido en Europa. Las aves son sus principales huéspedes amplificadores, y la enfermedad alcanzó el continente europeo con las aves migratorias que volvían tras su migración a África. Desde finales del siglo XX el virus circula, tanto entre las aves migratorias, como en las poblaciones locales, infectando ocasionalmente a personas y caballos. Los mosquitos transmisores de este virus no son mosquitos invasores, sino mosquitos autóctonos del género Culex, entre ellos el mosquito común, Culex pipiens.    

Globalización enfermedades emergentes Mosquito Alert

La urbanización y la domesticación de los mosquitos

El resurgimiento y expansión global de varios arbovirus, no sólo se debe al aumento de los sistemas de transporte en las últimas décadas, también a la urbanización experimentada por el planeta. Eso ha permitido que la gente se concentre en zonas determinadas. Las densidades altas favorecen la transmisión de las enfermedades. Los cambios de densidad y movilidad en el último siglo han modificado la interacción virus-mosquito-humanos.

El crecimiento de las poblaciones y la urbanización, ha ido acompañada de una mayor capacidad agrícola, ganadera y de deforestación. Los humanos, han ido ocupando nuevos espacios forestales, alterando sus ecosistemas y entrando en contacto con mosquitos y virus con mucha más frecuencia. Los mosquitos cada vez están expuestos a unos entornos más humanizados, con construcciones, depósitos de agua, humanos y ganado. Sus ciclos rápidos de reproducción permiten que se adapten rápidamente a estas nuevas circunstancias. A este proceso se le suele denominar “domesticación”. Los mosquitos se autodomestican a vivir en nuestros ambientes. 

Urbanización enfermedades emergentes

Repasando la historia del virus del dengue, fiebre amarilla, Zika y chikungunya, se observa que los cuatro exhiben patrones ecológicos, evolutivos y epidemiológicos similares en su expansión por el mundo. Todos ellos tienen su origen en los bosques africanos o asiáticos, con ciclos iniciales que involucran a Aedes aegypti y otras especies Aedes, con huéspedes primates. Los virus, al igual que el mosquito Aedes aegypti, han sido transportados accidentalmente a través del Atlántico y el Pacífico hasta alcanzar todos los continentes. Todos los virus han explotado la forma domestica del mosquito Aedes aegypti que en su momento se adaptó a desarrollarse y alimentarse en entornos urbanos. Unas poblaciones de la especie con preferencia por adentrarse en los hogares y alimentarse de humanos. En consecuencia, todos estos virus pueden mantenerse transmitiéndose entre humanos sin depender de los animales y ciclos de los bosques de los que surgieron. 

El mosquito tigre (Aedes albopictus), es otra especie originaria de los bosques, en su caso del Sudeste asiático, que como el mosquito Aedes aegypti se ha adaptado a habitar en los espacios urbanos. El comercio internacional ha permitido su expansión por todos los continentes en unas pocas décadas, desempeñando un papel de apoyo en la transmisión de estos virus en los entornos semiurbanos y rurales.   

Referencias y lecturas complementarias:

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Ebi KL, Nealon J. 2016. Dengue in a changing climate. Environmental Research 151: 115-123

Gould EA, Higgs S. 2009. Impact of climate change and other factors on emerging arbovirus diseases. Transactions of The Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene 103: 109-121

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Sejvar JJ. 2003. West Nile Virus: an historial overview. The Ochsner Journal 5: 6-10

Para saber más sobre las principales enfermedades que transmiten los mosquitos que seguimos, consulta sus páginas:

Chikungunya

Fiebre amarilla

Fiebre del Nilo Occidental

Dirofiliariasis