El pasado mes de octubre se hizo el aviso de los primeros casos autóctonos de dengue en España. Se habla de un posible retorno, ya que esta enfermedad había estado presente en España hace siglos. Rubén Bueno, de Laboratorios Lokímica explica la situación actual en un artículo publicado en The International Society for Neglected Tropical Diseases.
El 4 de octubre de 2018, el Laboratorio Nacional de Referencia de Arbovirus confirmó dos casos de dengue localmente adquiridos en España, mientras que un tercer caso se confirmó sólo 12 días más tarde por el mismo centro. Todos los casos están relacionados con miembros de la misma familia y, según investigaciones epidemiológicas, se postulan dos regiones diferentes como territorios potenciales de transmisión: Murcia (sureste de España) y Cádiz (suroeste de España).
Esto se debe a que durante el periodo de incubación, las personas infectadas viajaban por diferentes municipios de ambas regiones. Aunque aún no se ha determinado el área de infección, si tenemos en cuenta el período de incubación de la enfermedad (3-14 días) y la aparición de los síntomas de los tres casos, el lugar más probable de infección parece ser la provincia de Cádiz. De todos modos, hay que hacer estudios adicionales epidemiológicos y entomológicos para despejar el área de infección, así como la aparición potencial de nuevos casos retrospectivos.
El retorno del dengue
Según la literatura científica antigua, estos no son los primeros casos autóctonos de dengue que se han producido en España, ya que tal vez nos encontramos en una situación de retorno de la enfermedad después de muchos siglos. Los brotes de otros arbovirus transmitidos por mosquitos del género Aedes como la fiebre amarilla eran comunes en el pasado en nuestro país, básicamente en las ciudades costeras y asociados a barcos procedentes de África que llevaban personas infectadas y mosquitos. Muchos autores sospechan que detrás de estas epidemias de la fiebre amarilla también se produjeron cientos de casos de dengue. Estos casos probablemente no se diagnosticaron debido al mal conocimiento de la enfermedad en Europa y la similitud de algunos síntomas entre los dos arbovirus, aunque la letalidad es claramente menor en el caso del dengue.
Diferentes historiadores firman que la primera epidemia de dengue se produjo en España en 1784, precisamente en la provincia de Cádiz, y se denominó «epidemia gaditana» o «piadosa» y se caracterizó por procesos de fiebre benigna. En aquellos tiempos el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) fue el principal vector de ambas enfermedades, no sólo en España sino también en muchas regiones del sur de Europa. Sin embargo, esta especie de mosquito desapareció de la Europa mediterránea por motivos que aún no están aclarados.
Desde 2004, la situación de transmisión potencial de dengue y otros arbovirus ha cambiado en España debido a la llegada de otro vector potencial de la enfermedad: el mosquito tigre. Aunque el mosquito tigre asiático se considera un vector secundario del dengue, hoy en día esta especie es el único agente fiable que puede transmitir la enfermedad en nuestro país. Esta especie invasiva se registró originalmente en la provincia de Barcelona (noreste de España) y se expandió rápidamente por todas las provincias mediterráneas de nuestro país. Actualmente, la especie no sólo está presente en las zonas mediterráneas costeras, sino que también se ha registrado recientemente en las regiones interiores y los territorios costeros atlánticos de España. El comportamiento doméstico y antropófilo del mosquito tigre hace posible su proliferación en entornos urbanos, siendo una de las amenazas medioambientales más importantes para la salud pública en muchas ciudades del sur de Europa.
Acciones coordinadas
Actualmente en España se está trabajando para minimizar el impacto del mosquito tigre asiático y las enfermedades potenciales transmitidas como el dengue, empezando por las recomendaciones a toda la ciudadanía y evitar los puntos de cría en los hogares. También la participación a través de Mosquito Alert. También se están elaborando protocolos específicos para llevar a cabo acciones entomológicas en torno a los casos importados de dengue, Zika y Chikungunya. Una fuerte coordinación entre epidemiología y unidades de control vectorial es esencial para llevar a cabo acciones ambientales rápidas que nos permitan minimizar el riesgo de ampliación de enfermedades a escala local.
Las tareas de vigilancia y control de mosquitos se llevarán a cabo una vez que un caso importado de Dengue, Zika o Chikungunya, con fase virémicos después del regreso, se diagnostica en España. Para proporcionar algunos datos, podemos indicar que España ha informado 557 casos de dengue importados durante el período 2015 a 2017.
Estamos más preparados en todos los niveles
El dengue ha vuelto, pero como una enfermedad que se puede transmitir ocasionalmente en España. Tras más de 200 años, la situación ha vuelto al punto de partida pero no hay los mismos vectores. Actualmente en España tenemos poblaciones crecientes y bien establecidas de mosquito tigre, y en cambio no tenemos mosquito de la fiebre amarilla como había en el pasado. El contexto epidemiológico también es diferente, hoy en día el dengue es una enfermedad detectable en España y las condiciones sanitarias son mejores. La mayoría de los casos importados corresponden a turistas e inmigrantes procedentes de países con epidemia y tienen instalaciones de acceso al sistema sanitario español para ser tratados y supervisados.
De manera definitiva, si se realiza un esfuerzo en términos de control y análisis vectorial de casos importadores, es poco probable que se predique un brote epidémico en España a corto o medio plazo. Por otra parte, no podemos descartar los casos aislados de transmisión autóctona de dengue que ha habido no sólo en España sino también en Francia o Croacia en los últimos años. Otros factores como el cambio climático y la globalización pueden aumentar el riesgo de transmisión del dengue en un futuro próximo. De todos modos, lo que podemos afirmar es que el dengue ha vuelto a España y tenemos que estar preparados para luchar contra él.
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