Este mes de marzo la revista Anales de Biología publica la primera cita del mosquito Aedes vittatus en Galicia, realizada a través de la participación ciudadana al proyecto Mosquito Alert. Se trata de un mosquito autóctono que se sabe que existe en varias zonas de España, pero hasta ahora no se había documentado ningún hallazgo en tierras gallegas.
Desde hace más de tres años, la misión de Mosquito Alert es conseguir controlar y estudiar el mosquito tigre en España con ayuda ciudadana. A través de su app, cualquier persona puede enviar fotos del mosquito y de sus lugares de cría para ayudar a hacer su seguimiento. El proyecto también ha incorporado el mosquito de la fiebre amarilla, que aún no está presente en España aunque recientemente se encontraron algunos ejemplares puntuales en Canarias. Esta vez, sin embargo, sin ser el objetivo inicial, el proyecto ha encontrado una especie de un mosquito autóctono en un territorio donde hasta ahora se desconocía su presencia. Y aún más, el hallazgo lo ha hecho una persona voluntaria que participaba con la app, pensándose que había encontrado un mosquito tigre.
Roger Eritja es el responsable del equipo de validadores expertos de la plataforma de ciencia ciudadana Mosquito Alert, coordinada por el CREAF, el CEAB-CSIC y ICREA. Entomólogo del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat y fotógrafo de naturaleza, Roger hace más de 35 años que trabaja en la gestión y el control de mosquitos. En especial, tuvo un papel relevante en la búsqueda y el estudio del mosquito tigre en España cuando se encontró por primera vez en 2004.
¿Qué supone haber encontrado este mosquito (Aedes vittatus) en Galicia?
Encontrar especies en lugares nuevos es, sin duda, una mejora en el conocimiento de la biodiversidad. Sin embargo, podríamos saber mucho más de la distribución de los mosquitos, pero históricamente siempre ha habido poca gente trabajando en ello. De hecho, es muy probable que esta especie en concreto, el Aedes vittatus, esté mucho más ampliamente distribuida que de lo que se sabe, lo que pasa es que faltan estudios que lo documenten. No hay muchos especialistas buscando mosquitos aunque la situación es mejor que hace unos años.
¿Por qué hay tan pocos expertos en mosquitos, si precisamente son los seres más mortíferos del planeta?
Los mosquitos han sido los responsables de grandes epidemias históricas; en cambio, ha habido muchos periodos de tiempo en los que se han dejado de estudiar. Cuando ha habido epidemias sí se trabajaba mucho sobre ellos a nivel científico y sanitario, pero al desaparecer las enfermedades este interés decreció mucho. En la primera mitad del siglo XX, por ejemplo, se realizaron muchos trabajos sobre mosquitos debido a la presencia del paludismo y también por la conciencia de los problemas de fiebre amarilla y dengue provocados por Aedes aegypti durante los dos siglos anteriores. En esta época tuvimos expertos clásicos como Pittaluga, Arias, De Buen o Gil Collado entre muchos otros. Posteriormente, a la devastación de la posguerra, se le añadió la erradicación del paludismo, por lo que no fue hasta los años 80 cuando se publicó la obra “Taxonomía y biología de los mosquitos del área salmantina (Díptera, Culicidae)” de Encinas Grandes y aparecieron los servicios públicos de control de mosquitos, cuando este tema se empezó a retomar.
En la época contemporánea, la colonización mundial del mosquito tigre y su riesgo sanitario representan un impulso notable para el estudio de los culícidos. Ahora bien, el impacto sanitario que pueden llegar a tener los mosquitos en Europa es moderado, ya que sus países disponen de recursos preventivos y de intervención. La mayor parte de los esfuerzos se canalizan a países menos favorecidos, que es donde estas enfermedades son endémicas y causan más daño humano.
Volviendo al Aedes vittatus de Galicia, cuéntanos cómo fue este hallazgo.
Fue el 12 de septiembre de 2017, cuando recibimos una foto a través de la app Mosquito Alert enviada desde Galicia, concretamente en la provincia de Pontevedra. En un primer momento, el equipo de validadores expertos pensaba que podía tratarse de una hembra de mosquito tigre, pero era un poco extraña: su aspecto también presentaba características propias de otra especie de mosquito que aún no había sido encontrado en Galicia. Así que decidimos iniciar un proceso de investigación para averiguar de qué especie de mosquito se trataba. Para ello no nos bastaba una foto, había que obtener un ejemplar en buenas condiciones.
¿Cómo contactasteis con la persona que envió la foto?
En ese momento sólo sabíamos que la foto la había enviado una persona desde Galicia pero no sabíamos el nombre ni ningún tipo de información personal, ya que los usuarios de la app mantienen un anonimato total. Sin embargo, la app Mosquito Alert está preparada para enviar notificaciones a los móviles de los participantes, así que nos pusimos en contacto con esa persona que respondió inmediatamente. Se le pidió que capturara un segundo ejemplar de aquel mosquito y que nos lo enviara por correo. Y así lo hizo. De hecho, la persona tiene conocimientos de biología y eso facilitó mucho las instrucciones, por ejemplo lo puso en el congelador para matarlo sin que se agitase mucho para conservar el animal intacto. Una vez tuvimos el ejemplar en el laboratorio lo examiné y pude comprobar que no se trataba de un mosquito tigre, sino de otra especie que nunca antes había sido encontrada en Galicia, Aedes vittatus.
Si esta persona envió la foto pensando que podría ser un mosquito tigre, se deben parecer mucho.
El Aedes vittatus es negro y también tiene rayas blancas en el abdomen y en las patas. Por eso se puede confundir, en un primer momento, con el mosquito tigre. Sin embargo, es el tórax lo que tiene diferente: el tigre tiene una raya blanca y el Ae.vittatus tiene entre 4 y 6 puntos blancos.
¿Qué tiene de particular este mosquito?
El mosquito Ae.vittatus es activo durante el día y sobre todo cuando se pone el sol. Chupa la sangre de cualquier mamífero. Sus hábitats larvarios son agujeros en rocas fluviales, donde deposita huevos resistentes a la desecación en el barro, justo por encima de la línea de superficie del agua. Estos focos larvarios se caracterizan por su fuerte insolación y por contener agua dulce, aunque la especie puede tolerar algo de carga salina. Ocasionalmente se encuentra en recipientes artificiales y en cavidades inundadas en los troncos de los árboles.
Es la primera vez que se documenta un hallazgo de este mosquito en Galicia, pero en muchos otros lugares de España ya hace años que se conoce su presencia. ¿Es una especie invasora como el mosquito tigre?
El Aedes vittatus no es una especie invasora, esta tiene “permiso de residencia”. Fue descrito por primera vez en Córcega con el nombre de Culex vittatus por el naturalista y entomólogo Jacques-Marie-Frangile Bigot 1861. Más tarde le cambiaron el nombre. La distribución de esta especie es de la región paleártica, poco frecuente en el continente africano y menos común en el Oeste de Europa. Sin embargo, en España se la ha citado en las provincias de Alicante, Islas Baleares, Barcelona, Cáceres, Castellón de la Plana, Ciudad Real, Córdoba, Girona, Jaén, Salamanca y Segovia. Ahora, pues, hay que añadir Pontevedra. Hay que tener presente que en España se conocen 58 especies autóctonas de mosquitos, además de las dos invasoras: el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti), que estuvo presente entre 1700 y 1939 y desde entonces está desaparecido, y el mosquito tigre (Aede albopictus) que llegó en 2004 y se ha establecido definitivamente.
¿Qué haréis con el ejemplar?
Lo hemos depositado en la colección entomológica del Servicio de Control de Mosquitos del Consejo Comarcal del Baix Llobregat. Desde el mapa de observaciones se puede consultar la foto original del mosquito encontrado en Galicia.
El estudio dice que este mosquito también tiene capacidad para transmitir enfermedades como el Zika, Dengue y Chikungunya. ¿Hay que preocuparse?
Es cierto que en África se le ha relacionado con algunos brotes de fiebre amarilla, y que en laboratorio se ha visto que tiene capacidad de transmitir estas otras enfermedades. Sin embargo, el riesgo real depende de otras cosas, como la abundancia de los mosquitos, la frecuencia de contacto con las personas y la presencia de enfermos. No es una especie que se la encuentre en los domicilios ya que no parece haberse adaptado a criar en los recipientes que hay en los espacios urbanos, como sí lo hace el mosquito tigre. Normalmente encontraremos pocos Aedes vittatus, durante épocas breves del año y además, estarán en el bosque sin tener prácticamente contacto con las personas. Esto los diferencia del mosquito tigre o el mosquito de la fiebre amarilla, que suelen ser muy abundantes y conviven muy cerca de un gran número de personas, durante todo los días de la estación cálida. Por tanto, con el Ae. vittatus no hay que preocuparse.
Algunos estudios recientes ya consideran la ciencia ciudadana como una gran aliada para estudiar la biodiversidad. Así pues, ¿crees que también lo es para mejorar el conocimiento de la biodiversidad de mosquitos?
Es evidente que sí. La ciencia ciudadana tiene un gran potencial ya que permite que incluso unas herramientas tan específicas como ésta sean muy útiles cuando se combina una comunidad motivada de voluntarios con un equipo de expertos entomólogos altamente cualificados. Nuestra plataforma está enfocada a detectar dos especies concretas de mosquitos, pero este caso demuestra que también tenemos la capacidad de detectar otras especies raras. De hecho, ya hay otros proyectos de ciencia ciudadana que estudian la diversidad de mosquitos, como por ejemplo la plataforma alemana MuckenAtlas. Sin embargo, este sistema solicita a los voluntarios que envíen físicamente todos los mosquitos encontrados para poderlos identificar científicamente en el laboratorio. Nuestro caso ha sido también especialmente relevante porque hemos detectado una especie rara sobre una sola fotografía, lo que exige mucha experiencia.
Referencia del artículo:
Foto de Aedes vittatus, cedida por El desinsectador – www.desinsectador.com