El pasado 5 de abril, en la sede de Naciones Unidas, en Ginebra, la Organización Mundial de la Salud (WHO) realizó una rueda de prensa sobre el reciente incremento de las arbovirosis: dengue, Zika, chikungunya y su relación con el cambio climático, así como las recomendaciones de la OMS para gestionarlas.

El Dr. Raman Velayudhan, director del Programa Global para el Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas (en inglés Global Program on the Control of Neglected Tropical Diseases) y coordinador de la iniciativa sobre dengue y abrovirus, inició su discurso hablando sobre la gravedad del dengue, que es la infección viral más frecuente transmitida por mosquitos. Afirmó que «Realmente estamos en el momento adecuado para aumentar la defensa de la amenaza de los arbovirus a nivel mundial».

Para la mayoría de las personas que contraen dengue por primera vez, puede considerarse una enfermedad leve, con fiebre y dolores corporales simples, dijo Velayudhan. Sin embargo, contraer dengue por segunda vez, con otro serotipo, puede provocar casos graves, lo que podría causar insuficiencia orgánica e incluso, en algunos casos, la muerte: «Esta es una gran amenaza para el mundo, ya que la mayoría de los países ahora tienen los cuatro serotipos en circulación».

Desafortunadamente, el dengue no tiene tratamiento, y las vacunas apenas se están desarrollando en el mercado. Durante su intervención, el Dr. Velayudhan destacó el aumento exponencial en la incidencia de dengue que en 2019, que alcanzó alrededor de 5,2 millones de casos y lo convirtió en el peor año para el dengue durante la pandemia de COVID-19. Además, como el dengue afectó a muchos países, los sistemas de registro para monitorizar los casos tuvieron problemas debido a la pandemia.

Como recordó: «La única forma de reducir el riesgo de dengue es evitar las picaduras de mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus».

Según afirmó, actualmente existe el riesgo de contraer dengue en 129 países, y es endémico en más de 100 países. La propagación geográfica del dengue se está expandiendo y en muchos países de América del Sur están registrando casos de dengue. También han llegado informes de Sudán, Camboya, Vietnam, Laos, Filipinas, Malasia y Singapur. Esto indica que el cambio climático ha jugado un papel en facilitar la propagación de mosquitos vectores hacia el sur: «Cuando la gente viaja, el virus se mueve con ellos».

Los factores destacados que afectan este aumento incluyen el movimiento de personas, la urbanización y los problemas asociados con el agua y el saneamiento, la propagación continua de vectores a nuevas regiones, el aumento de las precipitaciones, la temperatura más alta y la humedad más alta, todo lo cual favorece al mosquito. Incluso en un ambiente seco, los mosquitos pueden reproducirse.

La Dra. Diana Rojas Álvarez, líder técnica de Zika y chikungunya, destacó que el chikungunya también es transmitido por los mosquitos Aedes y, a menudo, circula junto con otros virus en las mismas regiones. Los síntomas más comunes de chikungunya incluyen fiebre alta, dolor intenso en las articulaciones, rigidez y sarpullido, mencionó. Estos síntomas suelen durar hasta siete días, pero hasta el 40 % de las personas infectadas pueden seguir experimentándolos hasta seis meses o incluso años después de la infección inicial. Esto puede conducir a discapacidades de por vida y afectar su calidad de vida. Álvarez enfatizó que los bebés y las personas mayores de 60 años tienen un mayor riesgo de enfermedad grave.

Este año, según dijo, se registró una cifra récord de casi 35.000 casos de chikungunya en solo una semana y en América se declararó una emergencia por el virus chikungunya.

Actualmente, tres vacunas contra el chikungunya se encuentran en la fase tres de los ensayos y pronto solicitarán las aprobaciones regulatorias en diferentes países. Sin embargo, a la espera de una vacuna, Álvarez abogó por la necesidad de tomar medidas de protección personal, como usar repelente de mosquitos y ropa que cubra brazos y piernas durante el día, especialmente para recién nacidos y pacientes hospitalizados, y eliminar los criaderos de mosquitos: «Las comunidades también pueden eliminar los criaderos de mosquitos alrededor de sus hogares y usar redes mosquiteras durante el día», dijo.

Con la reanudación de los viajes a nivel mundial, el riesgo de introducir y propagar el chikungunya en nuevas áreas también está aumentando, especialmente donde están presentes los mosquitos Aedes.

Por ello, la OMS lanzó la Iniciativa Global Arbovirus en marzo de 2022, que tiene como objetivo monitorear, anticipar, prevenir epidemias y desarrollar herramientas innovadoras y nuevos métodos de control de vectores. La Dra. Álvarez insta a los países y al público a estar preparados para detectar y prevenir más transmisiones de enfermedades arbovirales, como el dengue, el Zika y el chikungunya.

Además, enfatizó la importancia de fortalecer el sistema de vigilancia de la salud para poder detectar, diagnosticar y realizar el tratamiento de soporte oportuno: «La mayoría de los países ahora están utilizando las capacidades que se desarrollaron para el diagnóstico de COVID-19 haciendo diagnóstico molecular y PCR para poder diagnosticar enfermedades arbovirales, que es una gran herramienta para tener cuando se trata de identificar diferentes virus que se ven muy similares clínicamente».

Sobre la posible extensión global en Europa, Álvarez expresó su preocupación Anter el mayor riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el chikungunya, que se propagan debido al cambio climático. El mosquito Aedes, en particular, plantea un desafío único, ya que sus huevos secos pueden permanecer inactivos durante varios meses y tiene la costumbre de picar a varias personas a la vez, lo que podría provocar brotes en escuelas o lugares de trabajo.

En conclusión, la OMS enfatiza la importancia de la vigilancia ante la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos e insiste en tomar las precauciones necesarias para prevenir brotes.

Con el cambio climático y el aumento de la distribución de mosquitos, es crucial el acceso a la información así como la aplicación de medidas de protección, a nivel individual y comunitario, de estas enfermedades.

Acceso a la rueda de prensa completa, en inglés: https://www.unognewsroom.org/story/en/1746/who-press-conference-05-april-2023